Una de las principales medidas de ahorro energético es reemplazar las bombillas tradicionales por las LED. Se trata de un sistema de iluminación más eficiente principalmente porque duran más, son menos contaminantes y más seguras.

Para ayudar al consumidor a elegir un tipo u otro de bombilla LED, la Asociación Española de la Industria LED (ANILED) y la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (FENERCOM) han creado la guía ‘¿Cómo escoger una bombilla LED adecuada a tu hogar?’. Los aspectos fundamentales a tener en cuenta son:

1.- Etiqueta energética. Fijarte en el etiquetado de la bombilla es muy importante para evaluar su eficiencia energética (la letra A en verde corresponderá a la más eficiente y la E en rojo a la más ineficiente).

2.- Tipo y cantidad de luz. Valora estas cuestiones para colocar bombillas diferentes según el ambiente o la estancia. El color de la luz de la bombilla se calcula por su temperatura en grados kelvin, mientras que la luz necesaria se mide en lúmenes y no en vatios. Lo ideal es no caer en un exceso o defecto de iluminación partiendo de la regla de que una bombilla es más eficiente cuando es capaz de dar la misma cantidad de luz (lúmenes) con una menor potencia consumida (vatios).

3.- Bombillas regulables y respetuosas con el medio ambiente. Otro punto en el que te debes fijar es que la bombilla pueda ser regulada para distribuir la luz a través de sus grados de apertura y que eviten al máximo la contaminación.

Fuente información: http://www.viviendasaludable.es/

Mantener las bombillas limpias es imprescindible para que las lámparas y las estancias no pierden intensidad de luz. Es normal que lo primero que se piense que las bombillas están deterioradas, pero la mayoría de las veces se trata de algo de polvo.

Hoy compartimos un truco casero para conseguir un gran alumbrado teniendo las bombillas relucientes. Los productos que necesitas son:

– Medio vaso de alcohol de quemar

– Un trapo suave

– Un bote con pulverizador

6 pasos a realizar

1. Introducir el alcohol en el bote con pulverizador
2. Rociar un trapo suave y limpio con el producto para humedecerlo
3. Retirar las bombillas que quieras limpiar asegurándote antes de que no estén calientes o encendidas
4. Pasar el paño húmedo con alcohol de quemar sobre cada bombilla y con mucho cuidado para no estropearlas
5. Secar con otro trapo y esperar unos minutos
6. Después de media hora las puedes volver a colocar y encender la luz

Lo ideal es aplicar este remedio de limpieza una o dos veces al mes para que la suciedad no se acumule y no se reduzca la iluminación de las bombillas. ¿Te animas a ponerlo en práctica?

Fuente información: http://trucosdehogarcaseros.com/bombillas-limpias-con-alcohol/