Es época de frío y de dar un mayor uso a la calefacción de nuestros hogares. Pero sin duda debemos concienciarnos para que nos salga lo más económico posible. Según lo que recomienda IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, para reducir el gasto debemos:

– Uso responsable. Abrigarse para estar en casa nos permitirá no encender la calefacción cuando no sea necesario. Importante también aprovechar la luz del sol.

– Mantener la temperatura ideal. Está entre los 19 y 21 grados pero por norma general se habla de que los 20 son suficiente para alcanzar un buen ambiente sin frío en la vivienda. Eso sí, en los dormitorios podemos rebajarla entre 3 y 5 grados para ahorrar energía y dinero.

– Apagar la calefacción por la noche. No resulta necesaria para dormir porque ya estamos bajo el calor de las mantas y por la mañana se debe encender después de haber ventilado la casa  y cerrado las ventanas.

– Colocar válvulas termostáticas para radiadores y termostatos programadores.

– Purgar los radiadores. Así funcionarán de manera correcta y su calor se extenderá por todo el hogar. Al menos es conveniente purgarlo una vez al año, coincidiendo con la entrada del invierno.

– Aislar. Uno de los elementos claves para ahorrar es un buen aislamiento térmico. Si no se deja salir el calor ni entrar el frío no se necesitará reponer la energía perdida.

Un dato ilustrativo es que por cada grado que subamos a la temperatura de nuestra calefacción se incrementa en un 7% el consumo de energía. Y si queremos saber qué tarifa es la que mejor nos conviene es cuestión de comparar las ofertas del mercado ya que podemos llevarnos una grata sorpresa y un gran ahorro. Cerca del 50% del consumo energético del hogar se lo lleva la calefacción. ¿La utilizas de forma inteligente?

Se le llama instalación eléctrica al conjunto de elementos los cuales permiten transportar y distribuir la energía eléctrica desde el punto de suministro hasta los equipos dependientes.  Pueden ser abiertas cuando los conductores están visibles, aparentes (en ductos o tubos), ocultas (dentro de paneles) o ahogadas (en muros, techos o pisos). Sean del tipo que sean lo importante es que los equipos estén conectados de una manera segura y eficiente.

La presencia de la electricidad significa un riesgo para el ser humano por lo que garantizar la máxima seguridad posible tanto de las personas como de los bienes materiales es un punto imprescindible a la hora de integrar nuestra instalación eléctrica. Debe estar situada de modo estratégico con el fin de lograr esa seguridad absoluta y deberá combinar tanto lo técnico como lo económico. Sin olvidarnos después de asegurar un mantenimiento preventivo a través de especialistas.

Por lo tanto, contar con un buen servicio de instalaciones eléctricas permitirá preservar su patrimonio y reducir costos ahorrando energías y evitando fatalidades. Esa peligrosidad de la energía eléctrica hace que sea un servicio que deba tratarse con la mayor seriedad y seguridad. Antes de realizar cualquier instalación, es necesario un estudio del lugar basado en la física y contar con ejemplos de éxito para saber si acertaríamos.

No dudes en revisar todos nuestros servicios por si fuesen de tu interés y ponerte en contacto con nosotros para cualquier duda.