Los aparatos que aunque están apagados consumen energía por el sistema de stand by son los vampiros eléctricos. A pesar de estar desconectados representan un porcentaje de nuestra factura lo que hace que sea un importante desperdicio de dinero y de energía. Además, en las últimas décadas ha aumentado considerablemente el número de los dispositivos electrónicos que incrementan el malgasto energético.
Se trata de las televisiones, los ordenadores, las tablets, cepillos eléctricos, microondas…En definitiva, aparatos que consumen energía todo el día estando apagados. La mejor medida está en desactivarlos del todo cuando podamos. Será buena para reducir el importe de nuestra factura y para mejorar el impacto medioambiental que se deriva de la producción eléctrica. Según el número de aparatos conectados, se estima que la factura puede aumentar entre un 5 y 20%.
No deja de ser incómodo apagar por completo o desenchufar, por lo que una buena solución sería el uso de regletas de enchufes. Además de controlar el consumo eléctrico podremos evitar el recalentamiento de los aparatos con posibles sobrecargas. Eso sí, no se debe enchufar una regleta con otra.
Algunas personas también dudan en si es perjudicial encender y apagar a menudo los aparatos, pero expertos dicen que hacer un uso normal de los mismos no afecta a su vida útil.
La tecnología avanza rápidamente por lo que ya se crean productos con un stand by que no consume energía o con mecanismos para cortar la corriente cuando aparatos recargables se cargan del todo o no están en funcionamiento. El consumidor tiene la posibilidad de mejorar sus rutinas y comprar máquinas con mayor eficiencia energética para luchar contra los vampiros eléctricos y contribuir a la vez al cuidado del entorno.
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