La importancia de la potencia eléctrica contratada

A la hora de dar de alta un suministro de electricidad o cuando necesitamos realizar algún cambio con la compañía comercializadora, es muy importante el tema de la potencia eléctrica. Optar por una u otra dependerá de las necesidades de cada hogar, del número de personas que viven en él y de los aparatos que se utilicen a la vez.

Cuando no es suficiente la potencia contratada, habrá momentos en los que salten los plomos. En el extremo contrario están los casos en los que existe la posibilidad de poder bajar la potencia porque hay un tramo que no se necesita y así no se pagaría innecesariamente de más.

Si quieres saber qué potencia necesitas debes:

• Sumar la potencia (kW) de todos los electrodomésticos de mayor potencia
• Añadir a la suma un margen de 1 kW para iluminación y pequeños electrodomésticos
• Dividir el total por 3 porque no todos los dispositivos funcionarán a la vez
• Comprobar que el valor resultante sea mayor que el electrodoméstico de máxima potencia

Para hacer los cálculos puedes guiarte por estas cifras:

• Frigorífico: 0,250 – 0,350 KW
• Microondas: 0,900 – 1,500 KW
• Lavadora: 1,500 – 2,200 KW
• Horno: 1,200 – 2,200 KW
• Vitrocerámica: 0,900 – 2,000 KW
• Televisor: 0,150 – 0,400 KW
• Aire acondicionado: 0,900 – 2,000 KW
• Calefacción eléctrica: 1,000 – 2,500 KW
• Calefacción eléctrica de bajo consumo: 0,400 – 0,800 KW

Las tarifas domésticas más habituales contratan entre las siguientes categorías de potencia:

1.15 / 2.3 / 3.45 / 4.6 / 5.75 / 6.9 / 8.05 / 9.2 / 10.35 / 11.50 / 14.49

Ten en cuenta que si tu instalación es anterior al 2006 las potencias son: 3.3 kW, 4.4 kW, 5.5 kW, 6.6 kW, 7.7 kW, 8.8 kW o 9.9 kW.

Fuente información: http://www.bajatelapotencia.org/