La producción de energía eléctrica en España se hizo por primera vez a escala masiva con las grandes obras hidráulicas que regularon las principales cuencas desde los años 1920, como los saltos del Duero.
Los inicios están en el 1875 con la construcción de la primera central eléctrica en Barcelona y después la creación de la Sociedad Española de Electricidad en 1881 en la misma ciudad. Pero treinta años antes, en 1852, en Barcelona también es recogido por la prensa que el farmacéutico Francisco Domenech iluminó su botica. En el mismo año en Madrid se iluminó la plaza de la Armería y el Congreso de los Diputados mediante una pila galvánica.
La energía eléctrica media generada en nuestro país evolucionó en los últimos años desde un 56% de energía generada en centrales térmicas de combustibles fósiles (principalmente de carbón y fueloil) en el año 2000 a una penetración de las energías renovables que en el 2010 ya alcanzaba el 35%. Destaca también la creación de numerosas centrales de ciclo combinado (gas natural) que en 2009 cubrieron el 29% de la demanda.
El sistema global de transporte por líneas eléctricas de España lo hace la empresa Red Eléctrica de España (REE) que, asimismo, es el operador del sistema. La electricidad doméstica nominalmente es de 220 V, con una frecuencia de 50 Hz, y los enchufes son: europeo y IRAM 2073 (con toma a tierra) tal y como lo definen las normas electrotécnicas europeas.
En el año 1997 se privatizó el mercado eléctrico español siguiendo directivas europeas.
La Ley del Sector Eléctrico vigente es la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, que derogó a la Ley 54/1997.
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