A la hora de diseñar un edificio o casa se debería tener en cuenta además de la ubicación de las ventanas, las puertas, los dormitorios o los baños, lo orientación de la construcción ya que supondría un ahorro energético del 70%.
En la orientación norte hay que saber que el gasto de calefacción durante el invierno es más importante ya que el solo solo incide un poco a primera y a última hora. Por lo tanto es imprescindible un buen aislamiento.
En la orientación sur, el sol da durante todo el día en el invierno, primavera y otoño. Durante el verano solo recibirá el sol en las horas centrales. En este caso será necesario tener más sistemas de refrigeración.
En la orientación este, las viviendas reciben los rayos del sol desde que sale hasta el mediodía. En estas viviendas, el gasto energético no es tan acusado como en las viviendas con orientación norte.
En la orientación oeste, los rayos del sol inciden desde el mediodía hasta que se pone. Al recibir los rayos en las horas de más calor, se supone que en invierno no es necesario un gasto de energía tan elevado, aunque en verano será recomendable algún sistema de refrigeración.
También hay que tener en cuenta el lugar en el que está situada la vivienda, ya que no es lo mismo la zona norte que el sur de un país, así como si hay edificios al lado o algún río cercano.
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