Tanto la luz natural como la artificial inciden en el aspecto final de las diferentes habitaciones del hogar. Según los diferentes tipos de iluminación conseguiremos atenuar o variar los colores y los espacios.
La iluminación artificial se basa en cuatro tipos básicos:
- Iluminación general. Es la luz principal que permite ver de forma homogénea sin tener zonas más o menos iluminadas. Se enciende y apaga desde la entrada de la estancia. En este caso lo más importante es no generar sombras o contrastes muy fuertes.
- Iluminación puntual o focal. Es una luz más intensa y centrada que ilumina una área en concreto de trabajo o actividad. En la mayoría de los casos se usa para acompañar a la luz natural. Un ejemplo sería la zona de lectura y escritura con lámparas de pie o mesa.
- Iluminación de ambiente o de exposición. La intención es crear una atmósfera que no se alcanza con una sola luz. Aquí se utilizan mucho los reguladores de intensidad ya que permiten convertir la luz general o puntual en luz ambiente.
- Iluminación decorativa. Para iluminar un objeto o ciertos detalles arquitectónicos.
Fuente información: http://www.estiloambientacion.com.ar/iluminaciontipos.htm
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